Automatización: fin y principio del sector manufacturero
- ¿En qué consiste la automatización de las empresas fabricantes?
- Cómo se ha automatizado la fabricación a lo largo de la historia
- Ventajas de la automatización del sector manufacturero
- Creación de un bucle continuo de datos que abarque todos los pasos del proceso
- 3 retos de la automatización del sector manufacturero
- Ejemplos de automatización en el sector manufacturero
- ¿Qué depara el futuro a la automatización del sector manufacturero?
- Automatización del sector manufacturero: un futuro basado en los datos
¿Cómo te imaginas la automatización de los procesos de fabricación? Quizá te venga a la cabeza una escena lúgubre, deshumanizada, con émbolos que suben y bajan mientras una cinta transportadora vomita el mismo producto una y otra vez. O, quizá, visualices una de esas cadenas de sofisticados y coloridos artilugios en las que cada dispositivo activa el siguiente, al más puro estilo de Willy Wonka y su fábrica de chocolate. En cualquiera de los casos, las ventajas de automatizar la fabricación son universales: se incrementa tanto la eficiencia como la productividad y los resultados empresariales mientras las personas de dedican a labores de mayor valor añadido.
¿En qué consiste la automatización de las empresas fabricantes?
Esencialmente, consiste en utilizar máquinas y aplicaciones informáticas que automaticen la producción y los procesos empresariales de un sistema de fabricación. El objetivo es que la tecnología se ocupe de las labores más sucias, peligrosas y alienantes. Automatizar no consiste en eliminar personas; lo que elimina son las tareas más repetitivas para dirigir la capacidad humana hacia responsabilidades más creativas y de mayor valor añadido, que hagan crecer la empresa.
Aunque la automatización puede darse por fases, el objetivo último consiste en automatizar y mejorar el funcionamiento global mediante un flujo continuo de información que parta de la ingeniería y llegue hasta la posproducción y el mantenimiento para volver a enlazarse con el diseño. Esta conexión de datos mejora y optimiza todo el proceso de transformación de un diseño virtual en un producto físico listo para entregar al cliente.
La automatización del sector manufacturero es mucho más que unos robots que ejecutan procesos mecánicos en una línea de montaje. Las empresas automatizan sus procesos y su producción con el fin de:
- mejorar la comunicación interna, potenciar los flujos de información y conectar a todo el personal;
- incrementar el rendimiento y, de este modo, aumentar el retorno sobre capital empleado;
- eliminar los tiempos de inactividad;
- reducir los errores y la necesidad de reelaboración del trabajo;
- favorecer que las personas se dediquen a tareas creativas y de mayor valor añadido;
- crear un bucle continuo de datos que potencie la trazabilidad y la retroalimentación;
- ser más operativas;
- permitir la personalización a gran escala;
- servir de marco a sistemas de producción ajustada;
- ahorrar dinero, reducir costos unitarios.
Cómo se ha automatizado la fabricación a lo largo de la historia
Desde el origen de la humanidad, las personas han buscado cómo valerse de máquinas para que el trabajo físico fuera más rápido y eficiente, como ocurre con el molino de agua, por ejemplo. Algunos momentos clave en la historia de la automatización de los procesos de fabricación podrían ser:
En los siglos XVIII y XIX, la Revolución Industrial incorporó nuevas fuentes de energía, como el carbón, el petróleo, el gas y el vapor. Además, surgieron equipos de alta tecnología (en aquel entonces), como las máquinas de vapor, las hiladoras y las de coser.
En 1913, Henry Ford introdujo en el sector automovilístico la cadena de montaje (una idea que copió de la visita a una eficiente planta de procesamiento de carne) y una cinta transportadora que llevaba los coches al puesto de cada trabajador en lugar de lo contrario. De repente, bastaban 90 minutos para construir un coche, en lugar de 12 horas.
Aunque en un primer momento, en la primera década del siglo XX, los fabricantes se mostraron reacios a cambiar los motores de vapor de sus fábricas por otros eléctricos, cuando lo hicieron aumentaron su productividad. En los años veinte el incremento era ya del 30 %.
En los años 50 y 60, la automatización dejó sin empleo a infinidad de trabajadores en unos Estados Unidos cuyo eslogan gubernamental era: “No conseguirás un empleo de futuro con habilidades del pasado”. Los robots (PDF, p. 1) entraron en las fábricas y se implantó el procesamiento electrónico de datos (PED), lo que permitió la gestión automatizada de la información y de los procesos empresariales.
Históricamente, la automatización era predecible. Se establecía un proceso mecánico según una serie de pasos secuenciales que siempre daban el mismo resultado. Pero sucedió algo extrañísimo: los clientes empezaron a pedir. Querían personalizar sus vehículos y escoger el color. De hecho, el propio Ford solía decirles que podían pedir cualquier color para su coche, siempre que fuera el negro.
La automatización ha recorrido un largo trayecto y las personas son parte ineludible de la ecuación, a pesar del atávico miedo a ser remplazadas por completo. Los coches se personalizan bajo demanda y las empresas pueden construir distintos modelos en la misma cadena gracias a la fabricación y automatización flexibles. Incluso Ford utiliza robots e IA. Los cambios se suceden con rapidez y las empresas necesitan ser mucho más ágiles para reaccionar, ofrecer la personalización a gran escala y adaptarse a los cambios de la cadena logística. Pero todavía queda mucho campo por explorar: el paso siguiente es la automatización centrada en los datos.
Ventajas de la automatización del sector manufacturero
Cada vez que un proceso de fabricación cede el control a las máquinas y las aplicaciones informáticas, comprueba las ventajas de la automatización. Estas son algunas de ellas:
Se da vía libre a las capacidades intelectuales de las personas. Los seres humanos son el activo más importante de la empresa y automatizar las tareas rutinarias permite reorientarlos hacia actividades más creativas y de mayor valor añadido. El potencial de innovación se incrementa cuando los trabajadores adquieren nuevas funciones, como el análisis de datos, el desarrollo de productos o la ingeniería.
Los datos se interrelacionan. Cuando se derriban las barreras de información, se genera un flujo de datos interrelacionados que agiliza toda la cadena de suministro y el proceso de fabricación. Al centralizar la documentación, todo queda claro. Las personas ya no desperdician tiempo y dinero rebuscando entre carpetas y archivos de papel para obtener la información que precisan.
La calidad del producto es constante. La maquinaria y la tecnología se programan para ejecutar tareas repetitivas, que llevan a cabo de manera mucho más constante que los humanos. A las máquinas no les afecta el aburrimiento ni el cansancio. Cometen menos errores (o ninguno). Su fiabilidad y predictibilidad facilitan el control de calidad y proporcionan a los clientes productos de características determinadas.
Se da cabida a procesos de fabricación ajustada. La automatización optimiza los flujos de trabajo: se reducen los errores y el material desperdiciado es mínimo.
Se reducen los tiempos de inactividad. A diferencia de los humanos, que necesitan descansos, comer e irse a casa al final de la jornada, las máquinas pueden funcionar ininterrumpidamente. La automatización también facilita el mantenimiento predictivo, lo que reduce el riesgo de paradas por fallos en el equipo.
La seguridad aumenta. Este ha sido durante mucho tiempo un sector de riesgo para los trabajadores. Gracias a la automatización, los robots y las máquinas se encargan de las tareas de producción más peligrosas, de modo que se reducen los índices de siniestralidad.
Es una solución a la escasez de mano de obra. El sector manufacturero debe hacer frente a la actual escasez de mano de obra debida a la jubilación de los trabajadores más experimentados y la falta de sustitutos. La automatización ayuda a controlar la urgencia de las empresas por cubrir estas vacantes de producción mientras se dedican a contratar personal para puestos más cualificados.
El funcionamiento mejora continuamente. La automatización invita a los humanos a reflexionar sobre cómo optimizar los procesos. También la tecnología puede cumplir esta función: el 42 % de las empresas de todo el mundo está invirtiendo en IA y en aprendizaje automático para aprovechar el potencial de los ordenadores de reconocer patrones y mejorar constantemente su propio rendimiento.
Se promueve el cumplimiento de medidas y se reduce el riesgo. Automatizar los procesos empresariales mediante aplicaciones específicas para el sector garantiza el cumplimiento de los estándares de las agencias reguladoras.
Se gana operatividad. Las empresas que automatizan sus procesos de fabricación responden mejor a las demandas de los clientes y del mercado, se adaptan mejor a los contratiempos y son más resilientes.
¿En qué se resumen todas estas ventajas? En una mayor productividad y eficiencia, una posición más competitiva en el mercado y una mejor cuenta de resultados.
Creación de un bucle continuo de datos que abarque todos los pasos del proceso
Tradicionalmente, la fabricación ha consistido en un proceso lineal: concepción, construcción y venta. Los distintos campos de información no estaban interconectados y todo terminaba con la entrega del producto. Cualquier imprevisto durante el proceso detenía la producción, requería la intervención humana y solía acarrear la reelaboración de parte del trabajo. El eslabón más débil hacía que toda la cadena fallara.
Uno de los principales objetivos de la automatización consiste en curvar este flujo lineal para convertirlo en un bucle donde los datos estén conectados y se transmitan del diseño a la ingeniería, a la producción, al cliente y, de ahí, otra vez al diseño. Los datos generados por las máquinas y las aplicaciones informáticas ya no son inconexos, sino que se centralizan y están disponibles para los distintos equipos de colaboradores. Pero el elemento fundamental de la fabricación mediante “lazo cerrado” o bucle continuo es la retroalimentación: al final del proceso, la información puede volver al origen para actualizar y mejorar el siguiente ciclo y la calidad del producto terminado. El flujo de trabajo se optimiza a sí mismo.
Entre las ventajas de los flujos de datos en bucle continuo destacan:
- un conocimiento más profundo y operativo del proceso,
- la colaboración interdisciplinaria,
- mejoras y aprendizaje continuos,
- la personalización a gran escala,
- la posibilidad de alterar la producción según las demandas del mercado,
- una mayor competitividad, capacidad de respuesta y operatividad,
- menos residuos,
- productos de mayor calidad,
- plazos de producción más cortos.
La retroalimentación mediante bucle continuo debe iniciarse dentro de la empresa fabricante, pero puede ampliarse más allá de sus cuatro paredes e incorporar a los proveedores, de modo que los ingenieros se aseguren el abastecimiento de materiales y confirmen los precios antes de tomar decisiones. Esta interconexión es extensible a toda la cadena de valor, desde el diseño hasta la entrega. La organización mediante bucle continuo afianza la información actualizada para que todos los intervinientes puedan acceder a ella cuando lo necesiten y compartan un mismo punto de vista.
Unificar múltiples fuentes de datos
La automatización genera gran cantidad de datos de múltiples fuentes, cuyo máximo potencial se alcanza si están conectados y son accesibles. Cuando las empresas conectan, estandarizan y automatizan sus sistemas, esas múltiples fuentes de datos convergen, de modo que toda la empresa comienza a hablar un mismo idioma. Las diferentes personas, departamentos y sistemas se sincronizan, se comunican y colaboran desde una única fuente de información que se actualiza constantemente para que todo marche como la seda.
Estos son cinco aspectos que sacan partido de los sistemas de bucle continuo. Es preciso unificar todos ellos para exprimir al máximo el potencial de la automatización y lograr un funcionamiento óptimo.
1. La automatización de procesos empresariales
La automatización del sector manufacturero no consiste tan solo en programar robots para que construyan cosas, sino que implica la optimización de todos los flujos de trabajo que tienen lugar entre las bambalinas de la empresa. Desde las órdenes de compra hasta las gestiones de RR. HH., la automatización de los procesos empresariales conlleva la informatización de las tareas manuales. De este modo, los empleados pueden dedicarse a labores más acordes con sus capacidades, lo que incrementa la eficiencia y la regularidad de la empresa. No es ninguna broma: si el departamento de Recursos Humanos automatiza el pago de nóminas y la planificación, por poner un ejemplo, podrá centrarse en la contratación y la retención de empleados.
Entre las ventajas de automatizar los procesos empresariales se encuentran:
- la conexión de diferentes sistemas para acelerar procesos concretos;
- la consolidación de datos, para que distintas personas puedan trabajar con la misma información;
- la automatización de entregas parciales para que el siguiente proceso pueda continuar inmediatamente con la tarea que le corresponda;
- la detección de trabajo duplicado, para así incrementar el aprovechamiento y eliminar sobrecostos;
- una mejor gestión del inventario que permita la producción “justo a tiempo”.
2. La gestión del ciclo de vida del producto
Hasta ahora, diseñar, construir y distribuir un producto eran tres procesos independientes, bien delimitados. De hecho, el paso del diseño a la fabricación solía ser problemático. Gracias a la automatización, la gestión del ciclo de vida del producto es un trayecto continuo cuyos datos se transfieren sin fisuras de un departamento al siguiente. La centralización de los datos permite que cualquier miembro de la empresa colabore en las distintas etapas del ciclo de vida del producto, desde el diseño y la fase de ingeniería hasta la fabricación y la distribución. El producto llega al mercado en tiempo récord.
3. La gestión de los datos del producto
La gestión de los datos del producto automatiza los procesos de diseño e ingeniería y consigue que todos los intervinientes trabajen sobre una misma fuente de datos organizados. Aplicaciones como Vault, de Autodesk, fomentan el trabajo conjunto entre los equipos de ingeniería, fabricación y sus colaboradores. Además, permite controlar la evolución del diseño y de las revisiones y hace posible la puesta en común entre equipos internos y externos, por lo que el trabajo se lleva a cabo con rapidez y sin complicaciones.
Si una ingeniera, por poner un ejemplo, desarrolla un modelo de un producto en 3D, ese conjunto de datos contiene una ingente cantidad de información que, sin embargo, suele perderse en la transferencia a la fabricación, a la producción y al mantenimiento. La gestión de los datos del producto facilita que toda esa información se reutilice en lugar de generarla de cero una y otra vez. Ese es el primer gran paso de la automatización.
4. La gestión y fidelización de clientes
Del mismo modo que los datos pueden optimizar el funcionamiento interno, pueden aplicarse a la gestión de clientes. Aprovechar los datos en cada etapa de la relación con el cliente (desde el primer contacto hasta su fidelización) posibilita una interacción específica y personalizada en todo momento. Contar con un canal informatizado de comunicación que recopile datos ayuda a saber en qué punto del proceso de compra se encuentra cada cliente, a controlar la relación con él y a generar un ambiente de confianza.
Los canales informatizados de comunicación (una aplicación de chat o un portal de servicios a clientes, por ejemplo) permiten manejar 100 solicitudes de 100 clientes distintos y mantener una relación directa con cada uno de ellos. Gracias a esta automatización se puede personalizar la gestión de cada cliente, establecer una relación fluida, fidelizarlo y consolidar su relación con la empresa. No hay que olvidar que, tras la pandemia, la satisfacción del clientese ha vuelto prioritaria en este sector.
5. La gestión del ciclo de vida de la tecnología
A medida que se automatizan las instalaciones y los procesos de fabricación, es crucial prever los ciclos de vida del hardware y el software en los que se está invirtiendo. En otras palabras: gestionar el ciclo de vida de la tecnología desde su adquisición hasta su reemplazo.
En cuanto a la adquisición, es importante analizar qué se hace, para quién se hace y el material preciso para acertar con la mejor propuesta tecnológica. Si fabricas coches deportivos, por ejemplo, deberías trabajar con fibra de carbono, ya que es un material resistente y ligero. Pero si lo que fabricas son utilitarios, quizá sea mejor que emplees acero y aluminio. Cada tecnología es válida para un cliente y un diseño concretos. Antes de tomar una decisión, pregúntate:
- ¿Qué tecnología me posicionará mejor frente a la competencia existente en el mercado?
- ¿Qué instalaciones necesito para trabajar con los materiales adecuados? Si modifican las normativas y me veo obligado a cambiar de materiales por razones de sostenibilidad, ¿podrá la tecnología de que dispongo adaptarse a los nuevos diseños, métodos de producción o proveedores?
- ¿Cuáles son mis previsiones de renovación conforme vaya estando disponible la nueva tecnología?
Con un sistema de producción automatizado y de bucle continuo, tendrás una mayor trazabilidad del funcionamiento de tus infraestructuras tecnológicas y podrás extraer tus propias conclusiones sobre cómo gestionar su ciclo de vida.
3 retos de la automatización del sector manufacturero
Aunque las ventajas de la automatización de este sector son numerosas, no hay que perder de vista algunos retos e inconvenientes que trae consigo:
1. La viabilidad económica
Cada caso es único. Las empresas fabricantes necesitan sopesar los pros y los contras para valorar si la automatización es viable económicamente según sus necesidades específicas, incluso aunque técnicamente sea aconsejable. Quizá un fabricante de un país con costos más bajos de mano de obra no tenga por qué hacer frente a una gran inversión en tecnología y equipos nuevos a la primera de cambio. Pero si el costo de personal se incrementa y se ve forzado a subcontratar, llegará un momento en que necesite automatizarse para poder seguir produciendo en ese país.
Las empresas también deben estar preparadas frente a los posibles problemas de suministro. No sirve de nada que tus costos de producción sean bajos si la mercancía se queda retenida en un puerto de la otra punta del planeta. Los fabricantes deben encontrar el equilibrio entre la subcontratación local o en países próximos y el costo de la mano de obra para determinar dónde y cuándo es preciso automatizar.
2. La logística
Algunos aspectos esenciales de la automatización plantean ciertos retos logísticos que exigen una planificación adecuada. Si el esfuerzo es demasiado grande, las empresas se mostrarán reacias al cambio. Lo primero que hay que saber es que toda automatización conlleva una interrupción de la actividad: no se pueden cambiar las ruedas de un vehículo mientras se circula. Hay que pensar en:
- ¿Cómo vamos a interconectar los distintos flujos de datos?
- ¿Cómo podemos unificar los diferentes proyectos y productos?
- ¿Cómo estandarizaremos el intercambio de datos entre los distintos sistemas y departamentos?
Entre las bondades de la automatización está que se genera una cierta interdependencia: la información fluye omnidireccionalmente entre máquinas y programas y se crea un ecosistema de fabricación donde el equilibrio es estable. Ocurre todo lo contrario cuando unas tareas dependen de otras: una pequeña interrupción en el proceso puede acarrear el fallo total del sistema.
3. La reorganización
Aunque la automatización conseguirá que la cadena de producción funcione a más velocidad y con mayor eficiencia que nunca, también sustituirá a algunas personas, por lo que será preciso reubicar al personal en áreas de trabajo más intelectual. Deberás contratar trabajadores más cualificados o invertir en la formación de tu plantilla.
Un aspecto positivo de la automatización es que la inversión en tecnología resulta atractiva para muchos trabajadores que buscan empresas donde poder desarrollar sus facultades digitales. Sin embargo, dar con las personas mejor preparadas no es tarea fácil hoy en día. De hecho, se estima que en 2030 podría haber nada menos que 2,1 millones de puestos de trabajo sin cubrir en el sector de la fabricación. Para que la automatización llegue a buen puerto, es imprescindible invertir en la reorganización y la formación del personal de la empresa.
Ejemplos de automatización en el sector manufacturero
Aunque los principios de la automatización están ya muy consolidados, su aplicación depende mucho de las necesidades específicas cada campo y cada empresa. He aquí algunos ejemplos de automatización en el sector manufacturero:
GEA se automatiza para ofrecer maquinaria personalizada
Fundada en 1881, GEA es una de las empresas más importantes del mundo en el ramo de equipos, sistemas y soluciones de procesamiento para fabricantes (especialmente del sector alimentario), a quienes ofrece tanto productos estandarizados como hechos a medida. Aunque cada pedido responde a las necesidades singulares del cliente, sus componentes primarios (como compresores, bombas o válvulas), son los mismos en todas las unidades. Para crear configuraciones personalizadas a partir de componentes estándares, GEA utiliza dos programas de Autodesk: con la ayuda de Inventor puede automatizar el diseño personalizado de las máquinas, mientras que Vault le permite automatizar las entregas y las labores de ingeniería. La empresa ha reducido el tiempo de trabajo de sus ingenieros hasta en un 80 % y para cada nuevo diseño necesita apenas unas horas, en lugar de semanas.
ANDRITZ da carpetazo a los errores con la gestión automatizada de los datos
ANDRITZ es un fabricante austriaco de equipamiento para la industria papelera. Quizá por eso estaba sepultado bajo montañas de papeles hasta que digitalizó sus procesos de planificación y diseño. Gracias a la automatización de estos procesos mediante Forge, Vault y BIM 360 (todos ellos de Autodesk), ANDRITZ ha optimizado su manera de trabajar y ha conseguido que la información, los datos y los diseños estén al alcance de todos los involucrados en su cadena de valor. La gestión automatizada de los datos ha terminado con muchos errores propios del registro manual y ha conseguido que la empresa colabore más estrechamente con sus proveedores.
VisiConsult te ofrece rayos X a medida
VisiConsult fabrica equipos industriales de rayos X principalmente para el sector aeronáutico, pero su clientela no deja de expandirse y no es raro que reciba pedidos de rayos X personalizados de otros muchos sectores. Esta empresa establece procesos perfectamente coordinados de diseño y construcción mediante Fusion 360 Manage y Fusion Lifecycle, que permiten coordinarse al máximo con el cliente y automatizar la gestión del ciclo de vida del producto. Además, es posible ensayar y realizar simulaciones virtuales con los diseños sin necesidad de emplear ninguna materia prima.
¿Qué depara el futuro a la automatización del sector manufacturero?
Parece claro que la población mundial va a continuar aumentando y que superará los 10 000 millones de habitantes en 2050, lo que supondrá también una mayor demanda de bienes. Los fabricantes deberán adaptarse a esta demanda produciendo mejor y más rápido. Pero, al mismo tiempo, las cadenas de suministro se debilitan, los recursos escasean y el personal disponible continúa en descenso.
Aunque dejará de ser la solución para todo, la automatización del sector manufacturero ayudará en el futuro a corregir estos desequilibrios. Pero, por mucha parafernalia que traiga consigo, sus principales objetivos seguirán siendo los mismos: encargarse de tareas repetitivas, extraer el máximo potencial de los datos y dar vía libre a la capacidad humana para centrarse en tareas de mayor valor añadido, como la innovación de producto.
Echemos un vistazo a este futuro de la automatización.
La automatización inteligente
A medida que los sistemas se vayan interconectando y que la industria 4.0 se generalice, la automatización dará el impulso definitivo a la fabricación. Con la actual manera de hacer las cosas, las máquinas son prácticas para labores repetitivas y bien definidas. El inminente desarrollo del aprendizaje automático hará posible un funcionamiento más autónomo, capaz de anticiparse a los imprevistos y de corregirse a sí mismo para evitarlos.
De este modo, el sector avanzará hacia una automatización inteligente, que a su vez dará origen a lo que se ha denominado “hiperautomatización”, donde cada proceso empresarial que pueda ser automatizado estará efectivamente automatizado gracias a la tecnología y a las aplicaciones informáticas más sofisticadas. Todo esto redundará en unas fábricas más autónomas que podrán observar, analizar y mejorarse a sí mismas con ayuda de los siguientes elementos:
La inteligencia artificial
La inteligencia artificial continuará expandiéndose y supondrá un cambio de paradigma en el sector manufacturero. Mediante la monitorización de datos en tiempo real, la IA puede autocorregirse y optimizar cualquier operación. En este sector, el diseño generativo basado en inteligencia artificial tendrá un papel todavía más relevante en el desarrollo de producto. Un ordenador recopilará las necesidades básicas y explorará diferentes posibilidades de diseño, muchas de ellas inconcebibles para la mente humana, hasta dar con la mejor solución posible.
El aprendizaje automático
Los ordenadores se programan para que ejecuten acciones. En el futuro, analizarán sus propios datos y decidirán qué hacer para obtener el máximo rendimiento. En la actualidad ya podemos ver los primeros pasos en esta dirección, como el mantenimiento predictivo. Los fallos en los equipos son la causa de interrupción más frecuente en los procesos actuales de fabricación y tan solo uno de ellos puede llegar a costar al fabricante más de medio millón de euros por hora. El mantenimiento predictivo intenta reducir estos errores y tiempos muertos, pero no alcanzará todo su potencial mientras no incorpore las funcionalidades de la automatización. Conforme las fábricas se vuelvan más inteligentes e incluyan sensores generalizados, el aprendizaje automático ganará capacidad para optimizar las instalaciones.
La automatización robótica de procesos
La automatización robótica de procesos se apoya en aplicaciones informáticas que monitorizan y registran acciones humanas para reproducirlas y automatizarlas.
Los humanos y su papel en el futuro de la fabricación
Es indudable que el papel de las personas cambia a medida que la automatización gana impulso. Poco a poco, los empleados van aceptando puestos que los alejan de las plantas de producción para dedicarse a tareas más intelectuales. Los trabajadores del futuro deberán recurrir a la creatividad para actuar de directores de orquesta de unas instalaciones cada vez más automatizadas, complejas y flexibles. A pesar de no combatir en primera línea, seguirán siendo una pieza clave de la automatización inteligente.
Algunos imaginan el futuro de la automatización del sector manufacturero en instalaciones sombrías, donde las máquinas y los ordenadores llevarán a cabo todo el proceso en ausencia de humanos. Es cierto que en algunos casos los vehículos autónomos y los robots parecen encargarse de todo, pero, en realidad, la automatización alcanzará un punto de equilibrio con los llamados “cobots”: robots colaborativos que trabajarán con humanos en un entorno de producción caracterizado por la flexibilidad. En lugar de encargarles todas las tareas, este equipo humano se valdrá de innovadores sistemas técnicos que llevarán la fabricación a nuevas cotas de productividad y eficiencia que, aun a riesgo de sonar dramáticos, abrirán la puerta a un nuevo mundo.
Las plataformas
Entonces, ya tenemos esta fábrica inteligente, totalmente automatizada, que funciona con datos, pero ¿dónde se almacena toda esta información? El siguiente gran paso nos llevará a las plataformas. Las plataformas basadas en la nube configurarán ecosistemas interconectados que albergarán todos los datos generados por la automatización. Pondrán en contacto sistemas, personas y procesos para que la información fluya aún mejor entre los diferentes departamentos y herramientas. Con la ayuda de las plataformas, la automatización ascenderá otro nivel en las próximas innovaciones tecnológicas.
Automatización del sector manufacturero: un futuro basado en los datos
La automatización ha recorrido un largo trayecto desde aquella cinta transportadora que llevaba los coches de una parte a otra de la fábrica. De hecho, en este sector se ha convertido en una amalgama compleja de conceptos vertebrados por el potencial de los datos. Gracias a ella, la trazabilidad y la capacidad de análisis de los procesos pasan al primer plano y es de esperar que, con la velocidad a la que se está implantando, muy pronto las empresas podrán tomar decisiones basadas en datos y encontrar su propio camino hacia un futuro más competitivo, innovador y adaptable.