“En comparación con otras tecnologías, la inteligencia artificial [IA] sigue en pañales —asevera Ehab Kaoud, exjefe del Departamento de Diseño de Camionetas y Todoterrenos Ligeros en Ford y profesor adjunto de Planificación de transportes en el College for Creative Studies (CCS) de Detroit—. Pero cuando llegue, va a poner el mercado patas arriba”. Kaoud ya está experimentando con IA, que le brinda inspiración para sus diseños de automóviles. Él lo tiene claro: “La IA nos hace mejores diseñadores”.
La IA es capaz de crear ideas que a los diseñadores humanos ni se les ocurrirían, algo que también sucede con el diseño generativo basado en IA. Con la ayuda de algoritmos, la IA es capaz de crear miles de diseños a partir de unos parámetros predefinidos. Una vez creados, el diseñador analiza las alternativas y refina el diseño definitivo. Toyota, por ejemplo, utilizó esta tecnología para diseñar la estructura de un asiento de coche más ligero y sostenible.
Estas tendencias cambiarán drásticamente la forma de trabajar de diseñadores, ingenieros y fabricantes, que a su vez exigirán una comunicación cuidadosa por parte de los directivos si buscan que la fuerza de trabajo los acompañe por la senda de la disrupción. Aunque los expertos tendrán que dominar una gran variedad de soluciones de software, el mayor reto se halla en la capacidad de gestionar el cambio, que va camino de ser la habilidad más importante para cualquier persona en un puesto de liderazgo que quiera acelerar hacia el futuro de la automoción.