La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y la primera barrera de defensa ante las bacterias nocivas. Regula la temperatura corporal y es clave para el sentido del tacto. Como está formada por múltiples capas, es óptima para el proceso de impresión 3D.
NBIL cuenta con un equipo de expertos en fabricación aditiva, biología sintética, ciencia de materiales y diseño computacional. Su objetivo final es mejorar la vida de los mil millones de habitantes de India.
Alok Medikepura Anil, cofundador de NBIL, comenta: “Vamos a crear una réplica de la piel humana y por ello tenemos que comprender no solamente su funcionamiento desde una perspectiva biológica, sino también su estructura física”. Anil había trabajado anteriormente como experto en diseño de impresión 3D en los sectores automotor y aeroespacial. Cambió de sector para dedicarse a la biotecnología y conseguir así logros con mayor impacto.
Para crear su propia versión de la piel humana, denominada Innoskin, NBIL opera en un proceso de tres fases. En la primera, conocida como fase de prebioimpresión, el equipo extrae células de muestras de tejido cutáneo y las almacena en un banco de células. Proceden entonces a mezclarlas con la fórmula patentada de biotinta de la empresa. Después son llevadas a la bioimpresora para pasar a la fase de bioimpresión.
Anil comenta que “en el momento de la bioimpresión, se imprimen tres estructuras dimensionales en línea con un tamaño, forma y dimensión específicos. Una vez han sido creadas estas estructuras, tienen las células incorporadas”.
Durante la fase final de posbioimpresión, las estructuras celulares son llevadas a una incubadora que reúne las condiciones propicias para su crecimiento, semejantes a las del cuerpo humano. Entre ellas están la temperatura de 37 °C y un 95 % de oxígeno, unos valores parecidos a los niveles en la sangre. Después de unos 14 días, las células crecen para convertirse en tejido, formando la epidermis y sus cuatro subcapas.