Los ciclos de vida de producción tradicionales se parecen a una carrera de relevos en la que cada equipo termina su trabajo antes de pasar el proyecto al siguiente. Funciona, pero hay una manera mejor de hacer las cosas. Construir una cadena de producción totalmente conectada consiste en trabajar partiendo de un mismo conjunto centralizado de datos y dejar atrás los flujos de trabajo lineales e incomunicados para dar paso a otros paralelos y colaborativos. E igual que los equipos de posproducción pueden acceder a los copiones inmediatos hoy, en el futuro también podrán utilizar un ecosistema abierto, como Autodesk Flow, la nube industrial que Autodesk está construyendo para el sector de los medios de comunicación y entretenimiento, para mostrar las ediciones al director y recibir respuesta inmediata.
Desde la preproducción hasta la posproducción, los equipos pueden obtener la información que necesitan cuando la necesitan, y esto hace aumentar la eficiencia en toda la cadena. Por ejemplo, los editores normalmente querrán acceder a los datos mucho antes en el proceso, en lugar de esperar a que la producción haya terminado. En este mundo basado en la nube, pueden empezar a cortar las secuencias mientras las cámaras siguen rodando en el plató. Esto permite además al equipo de posproducción sentarse a la mesa de producción. En la película Mulan, de Disney, aprovecharon un entorno conectado para integrar al equipo de efectos visuales en el rodaje. La posibilidad de ver los copiones inmediatos permitió a los equipos dar a los productores un coste más exacto del trabajo de animación al final de cada jornada, basándose en lo que se había rodado —una primicia en el mundo del cine—.
A medida que los proyectos del sector M&E se hacen más grandes y los flujos de trabajo más complejos, la arquitectura de nube es más que capaz de manejar datos a gran escala. Me refiero a petabytes de datos. Un solo petabyte equivale a 1000 terabytes, o 900 000 millones de páginas de texto. Y con imágenes de mayor resolución y efectos visuales que requieren una enorme potencia de renderizado, las producciones son cada vez más complejas. En 2009, Avatar necesitó una capacidad de almacenamiento de un petabyte. Avatar: el sentido del agua, estrenada en 2022, necesitó 18 , 5 petabytes.
Y el cambio que supone la tecnología Camera to Cloud no es más que el principio. A medida que los profesionales de M&E empiecen a conectar datos y a agilizar los flujos de trabajo en la nube, habrá más aplicaciones de interoperabilidad con estándares abiertos. Por ejemplo, el marco Universal Scene Descriptions (USD) facilitará el intercambio de datos 3D, independientemente del sistema en el que se hayan creado. Esto permitirá a los artistas escoger las herramientas con las que prefieren trabajar, en lugar de tener que cambiar de software para cada proyecto.
La tecnología Camera to Cloud permite a los artistas centrarse en contar historias, al eliminar todas las distracciones que interrumpen su flujo creativo. Esta nueva forma de trabajar beneficia al colectivo del cine, garantiza la continuidad y vuelve más eficiente todo el ciclo de producción. Prepara las palomitas, que el futuro del mundo del cine ya está aquí.