Mientras que en ciudades como Nueva Orleans, Corpus Christi, Tampa y Houston ha sido donde mayor impacto ha supuesto la ampliación del Canal de Panamá, el efecto dominó se siente mucho más allá de la Costa del Golfo. El Puerto de Nueva York y Nueva Jersey adjudicó un contrato de 743 millones de dólares a la unión de las empresas Skanska Koch y Kiewit Infrastructure como parte de una invrsión de 1,300 millones de dólares para el proyecto de ampliación de un puente que sobreelevase el tablero casi veinte metros, alcanzando una altura de 215 metros sobre el principal corredor naval. Este proyecto, junto con uno de dragado de 2,100 millones para profundizar sus principales canales de navegación, permitirá que los buques postpanamax de calado profundo puedan acceder a las principales terminales de Nueva York y Nueva Jersey.
Las ciudades portuarias de la costa oeste norteamericana, muchas de ellas con puertos profundos y superestructuras ferroviarias en expansión, también se están viendo afectadas por la ampliación del Canal de Panamá. Dirk Epperson, gerente de ingeniería y construcción del distrito portuario unificado de San Diego, comenta que el puerto acabó recientemente las obras de reparación de la estructura de la terminal National City Marine, en el extremo sur de la bahía de San Diego, puerto de entrada de uno de cada diez vehículos extranjeros que se importan a EE.UU.
Al realizar las obras para poder albergar nuevo cargamento y buques de mayor tamaño, el puerto ha añadido también nuevos puntos de atraque a su terminal de cruceros internacionales. Y, con unos fondos provenientes en parte de una subvención de 9,5 millones de dólares del Transportation Investment Generating Economic Recovery (TIGER, inversión en transportes para la recuperación económica), San Diego pronto completará la fase de diseño del plan de modernización de 24 millones de la terminal de la Décima Avenida. Las instalaciones incluyen más espacio para contenedores refrigerados (el puerto es una ruta de exportación clave para la compañía norteamericana de alimentación Dole) y para productos grandes e irregulares de carga fraccionada como las grandes aspas de los molinos de viento para generadores eléctricos, de más de 30 metros de largo.
En todo este proceso, el software de modelación en 3D y animación, como InfraWorks de Autodesk, ha resultado clave para crear visualizaciones previas que reflejasen la altura de las mareas y los niveles del agua. “Poder ver el futuro es lo más importante”, dice Epperson. “Si vas a diseñar algo, quieres asegurarte de que vaya a funcionar antes de que llegue el barco”.