El diseño sostenible de un hospital salva vidas entre los pacientes de cáncer de Colombia
Colombia ha vivido más de 50 años de fama de ser uno de los lugares más violentos del planeta debido a las décadas de guerra civil entre el gobierno democrático colombiano y los rebeldes marxistas. Pero el histórico acuerdo de paz de 2016 con la principal guerrilla del país, las FARC, ha traído consigo el turismo y la inversión que en su día el miedo mantuvo al margen.
Por fin, los Colombianos pueden dirigir sus recursos sociales y económicos a problemas más acuciantes: es el caso del cáncer, la segunda causa de muerte en el país. Construcciones Planificadas, una empresa promotora y constructora colombiana, está encabezando la lucha contra el cáncer en América Latina mediante el diseño sostenible de un hospital: la empresa está promoviendo y construyendo unas instalaciones oncológicas de tecnología puntera en Bogotá.
Con fecha de inauguración para 2021, el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer (CTIC) Luis Carlos Sarmiento Angulo, de 100 000 metros cuadrados de superficie, dará cabida en un primer momento a 7000 pacientes oncológicos al año. Las instalaciones constarán de 128 habitaciones, 30 camas de cuidados intensivos, ocho búnkeres de radioterapia, seis quirófanos, 60 sillones de quimioterapia, una clínica de hematología y transplantes de médula y un edificio de investigación de 10 000 metros cuadrados.
No son solo sus dimensiones las que hacen al CTIC tan especial; también lo son la metodología digital utilizada para su construcción y su énfasis en la sostenibilidad. Ambos elementos mejoran el nivel de calidad y, a la larga, salvan vidas.
Donativo social
El multimillonario Luis Carlos Sarmiento Angulo fundó Construcciones Planificadas en 1959. Décadas más tarde, reflexionando sobre su legado, Angulo seleccionó un monumental proyecto filantrópico que reflejase la deuda de gratitud que sentía hacia su país por las oportunidades que este le había brindado.
“Nuestro propietario es alguien muy visionario —afirma Mauricio Patiño, director de diseño de Construcciones Planificadas—. Quería crear un proyecto que fuera como un donativo social para el país y la región”.
Para cuando en 2014 comenzó la planificación del proyecto como tal, Angulo ya había decidido en qué se centraría: “Comprendió que el cáncer era uno de los mayores problemas y preocupaciones de la humanidad. Así que empezó a investigar las posibles oportunidades con diversos hospitales y estudios de arquitectura y se le ocurrió la idea de crear un centro oncológico”, explica Patiño.
El cáncer en Colombia es una enfermedad particularmente letal, según la publicación médica colombiana Colombia Médica. En 2018 informaba de que cada año se les diagnostica cáncer a 63 000 colombianos y que la tasa de supervivencia a los tres tipos más comunes de cáncer —próstata, cuello uterino y mama— está de 20 a 30 puntos por debajo de Norteamérica y Europa.
Una de las razones de una tasa menor de supervivencia es la escasez de infraestructura oncológica, como centros de atención médica que cuenten con las instalaciones, la experiencia y la tecnología necesarias para ofrecer cuidados oncológicos especializados. Según Colombia Médica, el país cuenta con 1780 proveedores de atención médica relacionada con el cáncer, pero solo 25 de ellos ofrecen servicios conjuntos de quimioterapia, radioterapia y cirugía. Según Construcciones Planificadas, destaca especialmente la escasez de instalaciones que cuentan con los aceleradores lineales utilizados en tratamientos de radioterapia, así como centros en los que se realicen transplantes de médula o unidades quirúrgicas especializadas.
Cuenta Patiño: “Hay muchos tipos de cáncer para los que hay que salir del país (normalmente a Estados Unidos) para recibir tratamiento, porque en Colombia no tenemos los recursos necesarios. Por eso es tan importante que estemos construyendo un centro oncológico integral”.
El BIM como receta
Una vez completado, el CTIC será un un “todo en uno” contra el cáncer, desde el diagnóstico hasta la recuperación, pasando por los análisis, el tratamiento y la gestión. La construcción de unas instalaciones de tal grado de integración requiere la aplicación de un enfoque igualmente integrador en el diseño y la construcción, según Patiño. El equipo del proyecto está utilizando modelado de información de construcción (BIM, por sus siglas en inglés) para colaborar con multitud de contratistas y otras partes interesadas, como proveedores de asistencia médica y consultorías internacionales, cuya experiencia en el ámbito oncológico ha posibilitado un diseño que ofrecerá al paciente un cuidado óptimo.
En palabras de Patiño: “Tenemos más de 30 especialidades diferentes que hemos de integrar”. El equipo del proyecto está utilizando Autodesk Revit para el diseño y la coordinación, Navisworks para el control del presupuesto y de calidad y BIM 360 Docs para la gestión del proyecto. “Sería imposible coordinar un equipo internacional de tal envergadura con metodología tradicional en 2D”.
Aparte de coordinar, el BIM permite la precisión necesaria para un proyecto de esta envergadura; los modelos de Revit facilitan el detalle que se requiere para diseñar laboratorios especializados y otros espacios médicos a medida que se ayudan de estudios técnicos para decidir la necesidad de equipo y redes, y además incorporan las opiniones de pacientes y personal médico. “Es una forma de garantizar que nos encontremos con menos fallos en el producto final”, explica Patiño. Al fin y al cabo, el producto resultante de un edificio mejor es una mejor atención.
Un hospital que respeta al planeta y levanta el ánimo
Otro de los principales objetivos del CTIC es cuidar mejor del planeta. El proyecto, que prioriza la sostenibilidad, solicitará un certificado “LEED Healthcare v3“ del Consejo de Edificios Ecológicos de Estados Unidos por su multitud de prestaciones verdes, a saber: espacios de aparcamiento exclusivos pra vehíchulos de bajas emisiones y compartidos; aparcamiento de bicicletas; jardines de especies autóctonas con sistemas eficientes de irrigación por goteo, instalaciones médicas energéticamente eficientes; una planta en el campus de tratamiento de aguas grises y pluviales, que se reciclarán para inodoros y urinarios; un sistema solar de calentamiento de agua; pinturas, selladores y adhesivos de bajo contenido de volátiles; un sistema auxiliar de electricidad que utiliza una batería inercial en lugar de las tradicionales y una fachada modular que alterna zonas opacas y de vidrio para un rendimiento energético óptimo.
La sostenibilidad ayudará al CTIC, de forma directa e indirecta, a mejorar la esperanza de vida de los pacientes. La eficiencia con los recursos, por ejemplo, ayudará al hospital a reducir costes, asegurando de ese modo que se dedique más dinero a la atención y menos a los gastos indirectos.
De igual manera, los elementos de diseño sostenible cumplen una doble función. Por ejemplo, el arquitecto Rafael de la Hoz diseñó el hospital imitando la forma de dos pulmones humanos —dos torres sinuosas conectadas por un atrio central, cuya parte superior será una terraza exterior abierta todo el año para uso de los pacientes—. La geometría curva de las torres, su orientación hacia las montañas y la disposición alrededor de los jardines interiores maximiza la de la luz solar para reducir el consumo de energía al mismo tiempo que levanta el ánimo de los pacientes. “El arquitecto quiere que todos los espacios del hospital reciban luz natural, algo muy importante para la recuperación”, asegura Patiño.
Desde el desarrollo sostenible hasta la metodología de diseño, todo el proyecto se resume en eso: la recuperación. Puede que a los pacientes oncológicos colombianos acostumbrados a una atención sanitaria insuficiente les suene a quimera. Pero, al fin y al cabo, así ocurrió también con la paz en su país. Si esto último fue posible, seguro que lo otro, también.