La Revolución Industrial duró 80 años. La Digital, apenas 46. A día de hoy, la potencia informática necesaria para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA) se duplica cada tres meses. Si a este ritmo frenético de la tecnología le sumamos crisis financieras, perturbaciones en la cadena de suministro, desastres naturales, amenazas cibernéticas y una pandemia, nos encontramos con el marco perfecto para que se desate una gran tormenta empresarial.
¿Qué necesitan las empresas de arquitectura, ingeniería y construcción (AEC) para adaptarse, sobrevivir e, incluso, prosperar ante el trepidante ritmo de cambio mientras se adentran en territorio desconocido? El primer paso en el camino hacia el éxito tiene que ver con la madurez digital.
En la encuesta realizada para el informe global 2023 State of Design & Make de Autodesk, algunos de los representantes más importantes del sector AEC mencionaron los factores más apremiantes que determinan sus decisiones empresariales. No es de extrañar que la transformación digital ocupara el primer lugar de la lista, con un 79 % de los encuestados que afirmaron que el crecimiento futuro de su empresa dependerá de las herramientas digitales.
Afortunadamente para las empresas del sector AEC, la “modalidad arquitecto” de resolver problemas ―afrontándolos tanto desde una perspectiva general, observando el todo en su conjunto, como centrándose en los detalles que contribuyen al éxito― supone una clara ventaja a la hora de sortear tiempos volátiles.
Pero ¿y si nos replanteamos la volatilidad como una oportunidad para quienes están mejor preparados? Ese es el punto de vista de Jonathan Brill, un visionario que asesora a start-ups, empresas de la lista Fortune Future 50 y el Servicio Secreto de los Estados Unidos, entre otros, sobre formas de entender la creciente incertidumbre en el mundo y cómo sacarle partido.
En su libro,Rogue Waves: Future-Proof Your Business to Survive and Profit From Radical Change, que podría traducirse como Olas gigantes: cómo preparar tu empresa para sobrevivir y beneficiarte del cambio radical, Brill describe las tendencias tecnológicas, sociales y económicas como “olas gigantes” que se forman espontáneamente en mitad del océano cuando olas de disrupción más pequeñas y manejables por separado chocan, creando muros de agua de tal magnitud que son capaces de hundir incluso los barcos más grandes en cuestión de segundos.
Estas olas gigantes golpean a las empresas cada vez con más fuerza, rapidez y frecuencia, pero, con los procesos adecuados, es posible convertir esos momentos de cambio radical en una ventaja.