A pesar de la lenta implantación de la tecnología digital en el sector, los resultados muestran que aprobar medidas homogéneas en todo el mundo a favor de la construcción digital aporta múltiples ventajas.
1. Ahorra dinero
En todo el mundo, la construcción ha crecido un exiguo 1 % (PDF, p. 6) interanual durante los últimos 20 años. Se trata de un sector lastrado por la ineficiencia: el 98 % de los grandes proyectos se desvió del presupuesto al menos un 30 %. Incorporar procesos de tecnología digital centrados en BIM puede reducir los costos y ahorrar al sector más de un billón de euros en todo el mundo, ya que:
Reduce las modificaciones. La representación visual ayuda a los arquitectos e ingenieros a explorar posibilidades de diseño y anticiparse a los problemas mediante un proceso generativo. La mayor parte de los errores se subsana antes de comenzar la obra, así que no se malgasta tiempo y materiales en reelaborar una parte ya construida.
Agiliza la ejecución de los proyectos. Los entornos comunes de datos favorecen la comunicación, ya que establecen una única fuente de información para el proyecto y lo protegen frente a imprevistos. La colaboración en tiempo real potencia la productividad y reduce los tiempos.
2. Promueve entornos más justos y mejores resultados socioeconómicos
Uno de los principales atractivos de BIM es la mejora de resultados para todo tipo de personas y en todo tipo de lugares. Una mayor conciencia de colaboración global proporciona a los países en vías de desarrollo las herramientas, la información y el acceso al capital que necesitan para construir un mundo mejor para su ciudadanía.
3. Necesita menos recursos gracias a los datos compartidos
En cada proyecto, se recopilan los datos hasta el mínimo detalle y se almacenan en un sistema compartido en la nube. En lugar de volver a elaborar la información, otros proyectos similares pueden ahorrar recursos reutilizando esos datos. La organización digital de los procesos permite registrar y compartir fácilmente el saber hacer de las organizaciones, de modo que distintos agentes pueden utilizar esta información para optimizar sus propios proyectos.
4. Ayuda a crear un sector de la construcción más ajustado
Desde siempre, los errores en la gestión de la obra han sido el caballo de batalla del sector de la construcción. Los acopios, la gestión logística, los periodos de inactividad y las averías en la maquinaria son solo algunos de los aspectos que entorpecen el trabajo, alteran su ritmo normal y generan residuos. Las herramientas digitales como BIM, la IA y las plataformas de comunicación conectan a las personas con los procesos de trabajo, permiten el mantenimiento predictivo y establecen una economía circular que favorece una mejor coordinación de todo el sector. Contar con procesos digitales de construcción ajustada sirve de gran ayuda para reducir su huella de carbono.
5. Contribuye a una mayor adaptabilidad de las infraestructuras en todo el mundo
Las infraestructuras están en un momento crítico, ya que se ven afectadas por el deterioro ocasionado por el paso del tiempo y los constantes cambios en todo el planeta. BIM aporta a los ingenieros un modelo digital con el que probar distintas especificaciones y medidas hasta dar con la solución más adecuada. A partir de ahora, será fundamental erigir unas construcciones de mayor calidad y durabilidad, capaces de enfrentarse al incremento del nivel del mar y de las temperaturas y de soportar unas tormentas cada vez más perjudiciales. Una red BIM global, como la presentada por el Reino Unido en la primavera de 2021, puede ayudar a que los gobiernos se apoyen mutuamente facilitando el intercambio de información sobre cómo construir infraestructuras más adaptables frente a los imprevistos. Se trata de un prometedor primer paso hacia la cooperación y la puesta en común de buenas prácticas.
6. Promueve un pujante campo profesional que no entiende de fronteras
Dar un nuevo impulso a la construcción mediante la tecnología digital no se limita a cómo se construyen los puentes y los edificios. También supone una excelente oportunidad para que los trabajadores adquieran competencias que los habiliten para los empleos del futuro, unos empleos que sean del agrado de una nueva generación de profesionales que rara vez se decanta por la construcción. En un sector con escasez de candidatos, un entorno conectado digitalmente podría cerrar esta brecha y consolidar un pujante campo profesional.