La arquitectura siempre considera el contexto de lo que hay alrededor, pero hay mucho más en juego cuando se trata de monumentos históricos de importancia cultural, como en este caso. El museo, modelado con Autodesk Revit y BIM 360, está orientado para conectar visualmente el pasado y el presente: las líneas visuales de sus muros exteriores se encuadran con los vértices de las pirámides de Guiza, casi como si estos edificios hubieran nacido sincronizados a partir de un mismo plano en perspectiva con un punto de fuga compartido.
Shehab Shenouda, director ejecutivo de métodos y controles de proyecto de Orascom, describe una galería que ofrece una vista panorámica de las tres pirámides como una imagen homogénea, a modo de prolongación distante del propio museo. El-Said agrega que esto crea una vista total de las tres pirámides, como si estas fueran parte del museo, aclarando que esta proeza técnica habría sido casi un imposible con los métodos de prospección tradicionales.
El diseño triangular biselado del museo, eco de las pirámides de Guiza, así como su gigantesca escala, estuvo a cargo de la firma Henegan Peng Architects, ganadora de un concurso internacional del Ministerio de Cultura Egipcio y UNESCO al que se presentaron 1557 propuestas. “Lo que dio impulso a este singular diseño arquitectónico fue la elección del museo como punto de rayo luminoso —afirma Shenouda—. Se proyecta desde cierto punto hasta las tres pirámides, como un rayo de luz que atraviesa el museo para iluminar todo el trayecto hasta ellas.” El inmenso techo de hormigón blanco, con losas en forma de branquias de hasta casi 40 metros de longitud, hizo necesaria la perfecta conexión entre las vigas de acero, las juntas y los encofrados estructurales para dar cabida a la mezcla específica de hormigón de la empresa francesa LaFarge.
Shenouda añade: “Cuando se trata de una figura triangular en tres dimensiones como esta, no hay losas repetidas; cada una tiene una geometría diferente. Tuvimos que fabricar los encofrados y las ferrallas específicamente sector por sector. No hubo ninguna repetición”.
El equipo hizo uso de Autodesk Dynamo para generar scripts y automatizar el modelado de repeticiones de estos elementos pero con cambios sutiles. Casi 285 000 metros cúbicos de hormigón se vertieron en caliente en los encofrados asimétricos para crear en el techo el efecto de una cascada, acentuado por los “colmillos” asimétricos que flanquean la grandiosa escalinata principal. El techo y las fachadas de hormigón con ventilaciones también minimizan la conductividad térmica, lo que asegura que las salas puedan mantener de forma natural una temperatura de alrededor de 23 grados centígrados, aun cuando las superficies exteriores lleguen a alcanzar unos 65 grados en el verano. El-Said destaca: “Imaginen la energía que se ahorra al no tener que climatizar todo esto. Por supuesto que también tenemos aire acondicionado, pero se reduce enormemente la carga eléctrica, con todo lo que esto conlleva. Es un elemento clave del aspecto de protección ambiental incluido en el diseño de este proyecto”.
El complejo incorpora una estación para monitorizar la calidad del aire, conectada a la Red Nacional de Control de Emisiones Industriales de la Agencia de Asuntos Ambientales. Esta agencia recopila datos que facilitan el proceso de control de la contaminación de conformidad con las leyes de protección ambiental locales. Muchos de los materiales de construcción se fabrican y adquieren en la localidad, y tanto los equipos mecánicos como los dispositivos eléctricos se seleccionaron sobre la base de su ahorro energético, con el fin de satisfacer los requisitos de sostenibilidad.