La formación y el crecimiento profesional de los empleados beneficia a la empresa por muchas y variadas razones. A continuación, se exponen unos pocos ejemplos de todo lo que puede conseguirse con una formación periódica y eficaz.
1. Mantenerse al tanto de las novedades tecnológicas y del sector
Los programas de formación laboral hacen que los empleados refuercen periódicamente sus competencias y conocimientos básicos para mantenerse productivos, motivados y competentes. Estas actualizaciones no se limitan a los acrónimos y la palabrería de moda, sino que tienen que ver con las tecnologías e innovaciones más avanzadas, así como con las últimas normas para prevenir el acoso o detectar amenazas de ciberseguridad.
2. Revisar las políticas de la empresa
A medida que evoluciona la tecnología, los niveles de exigencia y los objetivos de la empresa también cambian. Una de las mejores vías para dar a conocer estas políticas es la formación específica. Cuando todos los miembros asumen como propios los valores de la empresa, los empleados se sienten más integrados con sus colegas y con la organización. Esto es fuente de lealtad y confianza, algo especialmente importante para los empleados millennial y de la generación Z, para quienes suele ser fundamental sentirse identificados con los valores de la organización.
3. Desarrollar habilidades blandas
El informe 2020 Work Institute reveló que los empleados consideran que las habilidades blandas ―entre las que se encuentran la comunicación, la resolución de problemas, la gestión del tiempo y la toma de decisiones― van a ser esenciales en sus carreras durante los próximos tres años, incluso por encima de sus competencias técnicas. Esta reflexión ofrece a las empresas una oportunidad para ayudarlos a crecer en aspectos importantes para ellos, algo que también beneficia al empleador a largo plazo.
4. Mejorar la transición al teletrabajo
Durante estos últimos tres años, el cambio hacia modelos de trabajo en remoto o híbridos ha sido sorprendente. En 2021, los resultados de una encuesta de Gallup indicaron que el 56 % de los trabajadores estadounidenses trabajaba de forma remota a tiempo completo o parcial, según un horario híbrido, y el 23 % de ellos afirmó que prefería seguir así si le dieran la opción. En España, el impulso del teletrabajo motivado por el COVID parece estar desinflándose, pasando del 20 % de los trabajadores ocupados en lo peor de 2020 al 13,57 % de principios de 2022. En cualquier caso, los programas de formación y el crecimiento profesional pueden ser mecanismos útiles para enseñar nuevas herramientas a los empleados, incorporando nuevos recursos y procesos que no requieran la presencia física de personas en un mismo lugar.
5. Colaborar con más eficacia
El trabajo en equipo y la comunicación son esenciales para la empresa, pero no siempre es fácil fomentarlos. La formación mediante dinámicas de grupo y simulaciones puede ser de utilidad para que los empleados se abran y se comuniquen mejor con sus colegas, jefes y clientes. Brindar la oportunidad de poner en práctica estas habilidades les hará manejarlas con más soltura, incluso a aquellos cuya forma de ser los hace menos propensos a estos comportamientos.
6. Incrementar la calidad de los productos
Los beneficios de la formación de los trabajadores van más allá de su impacto en la plantilla. IBM incluye en un informe (p. 7) que la satisfacción del cliente en las empresas que invierten en tecnologías formativas es superior en un 16 %. Cuando los trabajadores reciben formación constante y mejoran sus competencias, trabajan con más profesionalidad y son más productivos, algo que los clientes perciben mediante un mejor servicio y una relación más positiva.
7. Gestionar mejor las tareas
La formación es útil para que los empleados gestionen mejor su tiempo, sus herramientas y tareas, ya sea individualmente o en grupo. Cuando los trabajadores comprenden bien los procesos de la empresa y saben utilizar las herramientas que necesitan, cumplen mejor con sus objetivos y tareas.
8. Subir el ánimo
Un trabajador bien preparado es un trabajador contento. Cuando domina una tarea y se siente seguro de sus aptitudes y obligaciones, su confianza se refleja en una mayor productividad y un mejor estado de ánimo.
9. Impulsar la promoción interna
Las empresas siguen teniendo muchos problemas por el déficit de cualificaciones. Pero, en lugar de buscar y buscar a los empleados que cumplen con todas y cada una de las exigencias del mercado laboral, pueden valerse de la capacitación para ascender a esos puestos a personas que ya forman parte de la empresa. Esto es una muestra del compromiso y el apoyo del empleador hacia sus empleados.
10. Aumentar la productividad
Es un hecho que los trabajadores mejor formados son más productivos. Una capacitación eficiente de los empleados les proporciona las competencias y el conocimiento que necesitan para cumplir con sus obligaciones con seguridad en sí mismos. Los trabajadores que no confían en sus propias aptitudes obtendrán peores resultados y pueden ser más reacios a adaptarse a los cambios.
11. Uniformizar los procesos de trabajo
La estandarización constituye una ventaja estratégica para las empresas, sobre todo en tiempos de cambio e incertidumbre. Una comunicación clara sobre un encargo, lo que se necesita y los procesos que deben seguirse es clave para que la tarea llegue a buen puerto y con mejores resultados. Si todos los miembros de la compañía siguen una formación similar, comprenderán mejor los procesos y sacarán adelante el trabajo sin necesidad de explicarles una y otra vez conceptos básicos.
12. Minimizar la supervisión
La formación del personal reducirá la necesidad de supervisión, aunque, lógicamente, no llegue a eliminarla. Los empleados que han participado en programas de formación y crecimiento profesional se sienten más seguros de sus conocimientos, y esta confianza se traduce en un trabajo competente y fiable.
13. Reducir la siniestralidad
La seguridad es prioritaria en el sector de la construcción. En Estados Unidos, uno de cada cinco accidentes mortales en el lugar de trabajo se produce en este campo, un valor similar al de España. Cuando una empresa de ingeniería o construcción ofrece a sus trabajadores oportunidades eficaces de formación y crecimiento profesional, prepara a su plantilla para utilizar las herramientas y maquinaria que necesita. Esto potencia la seguridad y el bienestar de todos los empleados.
14. Clarificar objetivos y expectativas
La expresión “remar todos a una” ilustra bien las metas de la formación y el crecimiento profesional: establecer unos objetivos y un plan bien definido para ejecutar las acciones necesarias. Clarificar las expectativas sobre tus empleados mejorará la comunicación y ayudará a resolver problemas enquistados.
15. Controlar el gasto
En las empresas de construcción, ingeniería y arquitectura, la necesidad de reelaborar trabajo es una auténtica plaga. No obstante, una formación eficaz enseña a los empleados a ser resolutivos y anticiparse a los problemas, de modo que sus decisiones permitan controlar mejor el gasto de la empresa en material, herramientas y equipos y contribuyan a reducir los costos laborales y de construcción.