El desarrollo bajo en carbono es tanto una visión como un proceso holístico centrado en la mejora del medio ambiente, que a menudo incorpora los conceptos de descarbonización, flexibilidad, circularidad y equidad. Su implementación exitosa requiere la coordinación de los equipos de arquitectura, ingeniería y construcción, que deberán compartir activos digitales desde el principio, a fin de eliminar residuos derivados de su propio trabajo y del producto terminado.
El proceso puede no verse con claridad en sus fases iniciales, pero es importante contar con una visión, aunque no esté tan bien definida, que se aclarará a medida que se integren otros elementos. La visión compartida y las herramientas digitales de cualquier proyecto deberán considerar cada etapa de la vida de un edificio, incluyendo el contenido energético y los impactos que el proyecto tendrá al final de su ciclo de vida. Con esta información, los equipos pueden comprometerse a desarrollar un plan completo, con los materiales sostenibles y las prácticas de construcción correctas.
Selección cuidadosa de la ubicación
Antes de colocar el primer ladrillo, seleccionar el emplazamiento correcto para el proyecto puede ayudar a recortar las emisiones. La suprema importancia que las inmobiliarias adjudican a una buena ubicación se duplica para el diseño ecológico.
Conforme a la Sustainable Design Guide del Los Alamos National Laboratory, las buenas prácticas para decidir la ubicación correcta incluyen:
Aprovechamiento de la topografía del lugar, la luz, la sombra y el viento para promover la conservación energética
Preservación de la vegetación existente
Integración arquitectónica entre el edificio y el paisaje a su alrededor
Elegir una ubicación correcta ayuda a minimizar trastornos: tener en cuenta las edificaciones existentes o la reutilización de ruinas industriales con el fin de reducir la huella ambiental, evitando interferir con cuencas y corredores ecológicos, y utilizando la vegetación autóctona en el paisajismo. Estas medidas maximizan el valor del emplazamiento en función de sus emisiones de carbono. La elección de un predio urbano al que se pueda llegar caminando, cerca de infraestructura de servicios y transporte público, también puede reducir las emisiones relacionadas.
Herramientas tales como Autodesk Insight ayudan a los arquitectos a diseñar prestando especial atención a la eficiencia energética y la optimización ambiental de un proyecto. Autodesk Spacemaker, una herramienta de inteligencia artificial empleada en las fases iniciales del diseño, también está haciendo que los profesionales del sector inmobiliario consideren el impacto de la ubicación y la orientación de un edificio mediante el análisis en tiempo real de los datos sobre el viento y la luz solar, y sus efectos.
Esta planificación tiene importancia clave para la infraestructura de energía renovable, como parques eólicos o solares. El pronóstico es que la inversión en la generación de energías limpias se duplicará en los próximos cinco años, lo que necesitará un planeamiento inteligente para evitar perjuicios ecológicos, en especial en los hábitats de la vida silvestre.
Los titulares de carteras de propiedades están reconsiderando la mejor forma de incrementar su rentabilidad general a la vez de reducir su impacto ambiental. Mediante la renovación y reutilización de las propiedades ya existentes en sus carteras, los titulares pueden adaptarlas con mayor rapidez a las necesidades de los distintos ocupantes, incluso con la expansión a nuevos mercados a medida que cambie el sector.
Arquitectura, diseño e ingeniería creativos y sostenibles
Es importante combinar visiones y distribuciones creativas con la selección de los materiales correctos. La planificación para el desarrollo bajo en carbono depende mayormente de los métodos de los procesos de producción. Por ejemplo, el uso de cadenas logísticas locales que eliminan los gastos de flete y transporte ayuda a reducir el carbono incorporado. Una fase de construcción baja en carbono depende de la adquisición de los materiales correctos y de la implementación de los procedimientos apropiados.
La elección de proveedores debe reducir, renovar, o cuando esto no sea posible, compensar el carbono generado por la producción, el transporte y el uso de los materiales. Por ejemplo, en algunos casos, la construcción en madera-masiva puede ayudar a recortar la huella de carbono almacenándolo en la estructura del edificio. La previsión —por ejemplo, asegurar que el acero empleado sea muy reciclable y provenga de una cadena logística de bajo carbono— ayuda a su amortización durante todo el ciclo de vida del edificio. Los arquitectos y los ingenieros deben también especificar en la propuesta materiales de construcción bajos en carbono, al igual que materiales que necesiten menos agua, energía, sustancias químicas tóxicas y detergentes. Este enfoque también reduce los costos de mantenimiento a lo largo del tiempo.
Materiales de construcción bajos en carbono
Dado que hasta un 80 % del carbono incorporado del edificio proviene de los materiales estructurales, para un desarrollo sostenible deben usarse opciones bajas en carbono. Las opciones bajas en carbono de los materiales de construcción también pueden incluir materiales reutilizados, como madera recuperada o contenido de acero reciclado. (El sector de la construcción tiene fama de tirar a la basura materiales sin usar.) El hormigón tradicional de por sí produce casi el 8 % anual del carbono a nivel mundial. Hay materiales nuevos que pueden aportar alternativas “más verdes”, entre las cuales se incluyen:
El uso de técnicas nuevas y enfoques de diseño minimalistas —líneas sobrias, sin falso techo y suelos de hormigón pulido— también reduce la cantidad total de materiales utilizados.
La Calculadora de Carbono Incorporado, o EC3, que también puede usarse con el software BIM (modelado de información de la construcción), permite el mapeo de los materiales a nivel de cada elemento una vez que se haya detallado el diseño del edificio. Puede informar con rapidez parámetros importantes tales como carbono incorporado, estimaciones de las emisiones de gas de efecto invernadero de todos los materiales producidos, transportados y ensamblados para un proyecto, así como de los costos de mantenimiento y del final del ciclo de vida.
Un ensamblaje considerado de los materiales
Una vez reunidos los materiales correctos, debe tenerse el mismo cuidado para ensamblarlos. Una mejor gestión de BIM y la colaboración digital en la obra puede ahorrar costos, energía, horas de trabajo y materiales. Adoptar métodos más eficientes, como la construcción ajustada, elimina residuos y recorta el carbono integrado gracias a una mejor gestión del proyecto. Según el Lean Construction Institute, el 70 % de los proyectos de construcción se retrasan o exceden el presupuesto.
La construcción prefabricada, modular e industrializada también puede agilizar el cronograma del proyecto, codificar la construcción y reducir los residuos durante todo su ciclo de vida. Por ejemplo, el ayuntamiento de Venlo, en los Países Bajos, puede desmantelarse y volverse a ensamblar en otro lugar como una estructura totalmente diferente. BamCore ha ideado un sistema prefabricado para el diseño y la producción de paneles híbridos de bambú, que ofrece materiales más renovables para estructuras residenciales y comerciales de baja altura. Por último, una nueva y creciente generación de maquinaria pesada y camiones completamente eléctricos ha abierto el camino al uso de energías renovables durante el desarrollo de obras de construcción.
Funcionamiento y mantenimiento de un edificio de bajo carbono
El trabajo en los edificios inteligentes y sostenibles no se termina cuando las distintas cuadrillas se retiran. El funcionamiento y el mantenimiento de los edificios son ocupaciones durante todo su ciclo de vida que aportan formas de reducir los costos energéticos, y también la contaminación. Los investigadores de la ONU hallaron que las emisiones causadas por el funcionamiento operación de los edificios alcanzaron su pico en 2019. Ahora, una construcción más optimizada y tecnologías de funcionamiento más inteligentes se están convirtiendo en la nueva norma. Las emisiones a causa de la operación de edificios necesitan disminuir con rapidez para poder cumplir las metas del Acuerdo de París.
Los propietarios de los edificios pueden maximizar la eficiencia de la calefacción, la refrigeración y los sistemas de climatización mediante el uso de tecnología y los datos de la operación de los mismos. Para hacerlo, usan sensores y gemelos digitales sofisticados, que constantemente actualizan un modelo de simulación digital del edificio, accionado mediante inteligencia artificial y aprendizaje automático, que puede vigilar, mantener y optimizar el funcionamiento del edificio real. Estos avances tecnológicos también introducen el mantenimiento predictivo, en el que sensores y control en tiempo real pueden detectar si algo excede ciertos límites y aplicar medidas que ahorren energía, tiempo y costos antes de que se produzcan inconvenientes, lo que ayuda mantener niveles de eficiencia muy cercanos al máximo posible.
Retiro de servicio y final del ciclo de vida del edificio
Incluso los edificios que están a punto de ser demolidos o retirados de servicio tiene valor sostenible para los promotores inteligentes y holísticos. El paradigma del siglo XX de vender o demoler un edificio, con empresas de demolición dedicadas a desmantelar edificios derrumbados en búsqueda de elementos para revender, funciona en cierta medida. Pero las soluciones digitales ofrecen mejores opciones de reciclaje y recuperación, al igual que un enfoque más reflexivo.
Mediante la aplicación de programas de dobles digitales tales como Autodesk Tandem y los pasaportes de materiales (una base de datos de todos los materiales utilizados para un proyecto), los edificios obsoletos pueden convertirse en bancos de materiales. De este modo, las vigas de acero y los ladrillos, que se han seguido desde su instalación, pueden rescatarse y tener un segundo uso en la fachada de otro edificio. Cuanto más se sepa sobre lo que tiene un edificio antes de su desmontaje, más sencilla y barata será la reutilización de esos materiales. Sin un plan de deconstrucción, la mayor parte del edificio obsoleto termina en vertederos.
Cuando la trayectoria de los datos de diseño culmina en un gemelo digital, los arquitectos y los diseñadores están en buena posición para una reutilización adaptativa. Mediante el uso de diseño generativo, los arquitectos pueden usar tecnología para ayudarles a reconsiderar y rediseñar distribuciones que hagan el mejor uso posible del espacio disponible. El enfoque del pasaporte de materiales también puede fomentar diseños creativos para edificios moribundos. Comprender mejor los emplazamientos más antiguos o que formen parte del patrimonio cultural facilita a arquitectos, ingenieros y constructores la reutilización de una buena parte de los edificios existentes, o el uso de materiales reciclados como elemento fundamental del diseño de un proyecto nuevo. En Sídney, la totalmente nueva Quay Quarter Tower reutilizó un 68 % de un antiguo edificio de los años 70, con un ahorro en el contenido energético equivalente a 10 000 vuelos de Sídney a Melbourne.