Mitigación de riesgos: planificar hoy para afrontar los desastres de mañana
Desastres naturales tales como terremotos, tsunamis o inundaciones pueden sobrevenir en cualquier lugar y nadie está exento de sufrirlos. Ya sean consecuencia del cambio climático o de los movimientos naturales de las placas tectónicas, su impacto potencial es más devastador en los países en desarrollo si no existe mitigación de riesgos.
La organización sin ánimo de lucro GeoHazards International (GHI) tiene como objetivo “brindar apoyo a las comunidades más vulnerables para que puedan afrontar peligros tales como los terremotos, los tsunamis, los derrumbes y el cambio climático. Nuestras soluciones se centran en conseguir estar preparados, en la mitigación, y en generar capacidad local para gestionar riesgos. GHI cumple con su misión desde 1991 y mantiene igualmente su independencia de presiones políticas, empresariales o de la investigación“.
Janise E. Rodgers es directora de operaciones y jefa de proyecto de GHI. Ha trabajado en Nepal, Bután y Pakistán aportando conocimiento sobre formas de reducir riesgos dirigiéndose a las agencias locales encargadas de hacer frente a los cambios que afronta el planeta.
Rodgers comenta: “lo primero que nos preguntamos es ¿qué medidas preventivas se están tomando? ¿cuáles son sus políticas y sus procesos? De esta forma podemos hacernos una idea de sobre qué vamos a construir. Ante todo hay que saber cuáles son los riesgos y qué puede peligrar primero”.
Rodgers y sus colegas sugieren soluciones para que comunidades en riesgo puedan minimizar los efectos de los terremotos, los desprendimientos, los ciclones y los tsunamis. A continuación Rodgers describe algunos de dichos métodos:
Comprender el problema
En primer lugar nos comenta: “existen lugares con multitud de peligros y por ello es importante recopilar información para comprender cuáles son las amenazas que conlleva cada uno de ellos. Los desprendimientos pueden suponer una amenaza más frecuente que los terremotos en aquellas montañas donde existe actividad sísmica como por ejemplo en el sistema de los Himalayas. En estos casos es imprescindible contar con información geoespacial porque la localización nos permite saber dónde puede haber personas afectadas y cuáles pueden ser las consecuencias”.
“Los tsunamis presentan otro tipo de problema. Cuando se produce un tsunami, la evacuación de la zona sujeta a inundación es fundamental, de ahí la importancia de saber cómo hacerlo. La subida del nivel del mar aumenta la vulnerabilidad ante ellos y ante otros peligros a los que están expuestas las zonas costeras, como por ejemplo las marejadas ciclónicas. En estos casos un tsunami de menor envergadura o marejada puede inundar una zona más grande. Cuando estudiamos los distintos peligros, siempre planteamos preguntas que nos permiten comprender las razones de fondo o subyacentes. Es importante saber cómo se afrontan los riesgos y qué es aquello que está en riesgo”.
Pensar un plan de acción
Katmandú sufrió un seísmo de grado 7,8 en abril de 2015. Rodgers nos explica: “a finales de la década de 1990 conseguimos reunir a todo un conjunto de responsables y expertos técnicos con conocimiento de riesgos en casos de terremotos. Pudimos aunar disciplinas ya fueran la seismología, geología, la planificación, la política de ingeniería o la respuesta ante emergencias y nos hicimos las siguientes preguntas: ¿qué sucedería si se repitiera el terrible incidente de 1934 que causó graves daños en Katmandú?¿qué deberíamos hacer en esa situación? Si tuviéramos 20 años de preaviso, ¿qué convendría hacer para reducir los riesgos en ese margen de tiempo?“.
Nos comenta también: “hubo que establecer prioridades para trabajar en escuelas, construir adecuadamente y concienciar. El plan de acción marcó la senda a seguir. Cuando los riesgos son abrumadores conviene reunir a la gente, lograr consenso y decidir qué hacer primero”.
Construir nuevos edificios adecuadamente
Rodgers explica: “cuando se construyen nuevos edificios, los costos adicionales para hacerlos resistentes a los terremotos no son tan elevados, suponiendo entre el 5 y el 10 por ciento del total. En algunos casos ni siquiera cuesta más, lo único que tienen que hacer los constructores es poner el hormigón o acero donde corresponda. Existe a veces la suposición de que unas losas más gruesas en el suelo ofrecen más seguridad. Destinar más dinero a las columnas en lugar de a las losas permite tener un edificio mucho más resistente a los terremotos. A veces se puede así incluso ahorrar dinero”.
Nos comenta igualmente: “una encuesta realizada en Nepal mostró que los ciudadanos destinaban más fondos a las escuelas de sus hijos con el fin de que fueran sismo resistentes que a sus propias casas. Eligen entre una cosa u otra pero si se contruye bien a la primera, desde el principio, no hay que preocuparse después de hacer arreglos”.
Readaptar edificios de ser necesario
Algunos edificios antiguos en situación de riesgo pueden repararse o readaptarse para resistir mejor los terremotos. Rodgers añade: “reforzamos una escuela construida con mampostería en la India mediante la introducción de un ‘cinturón sísmico’ hecho de malla metálica rodeando todo el edificio a la altura del dintel, encima de la puerta. Esto permite fusionar el edificio. Se trata de un método que está incluido en los estándares de la India para la readaptación de edificios de ladrillo no reforzados. Pedimos a la persona que lo desarrolló que se incorporara a nuestro equipo”.
Nos explica también: “en el proyecto, nuestro equipo readaptó un centro de llamadas mediante un muro cortante de hormigón armado. Al igual que muchos otros edificios en la India, tenía una estructura de hormigón con paredes de relleno hechas de ladrillo. El marco de hormigón había sido hecho con un diseño mínimo por sismo. Como es un márco no dúctil puede caerse de repente. Pusimos muros cortantes con topes sujetalibros en los lugares opuestos del edificio junto la parte exterior y los unimos al marco. Así se crearon elementos fuertes y rígidos que impedirían que el edificio se balancee demasiado evitando que se caigan las columnas”.
Conseguir un debido cumplimiento
Rodgers comenta: “en la mayoría de los lugares donde trabajamos existen códigos cuyo cumplimiento sirve para proteger a las personas, lo difícil es conseguir que se cumplan. Aquí, en Estados Unidos, la agencia reguladora es el mecanismo que hace cumplir las normas. En muchos lugares donde trabajamos habitualmente no existe un mecanismo de este tipo. En países como la India, estos códigos de construcción de edificios no son obligatorios. Allí los reglamentos de construcción son locales y las ciudades pueden elegir hacer dicho código obligatorio o recomendable. Todo depende, en definitiva, si consideran que el código protege o no la seguridad de las personas”.