El diseño generativo ofrece muchas ventajas que pueden aplicarse a la industria concreta en la que se intenta innovar, pero la velocidad de producción es una de las más comunes. Dhiraj Madura, director general de diseño industrial en la oficina de SRAM en Chicago, sostiene que la empresa sabe que tendrá que buscar nuevos métodos y herramientas a medida que los productos se vuelvan más complicados: “Hacemos mucha iteración al diseñar las piezas, pero no siempre lo bastante rápido”.
King afirma que el diseño generativo contribuyó a reducir notablemente el tiempo destinado al proyecto de la biela. “Creo que el diseño generativo tiene un papel importante que desempeñar en las fases iniciales de desarrollo de los componentes estructurales”, explica. “Si empezamos a analizar el proceso de diseño desde el principio, podemos utilizarlo para entender mejor las hipótesis de carga y cómo conseguir que el producto final tenga el aspecto que quieren los consumidores”.
El diseño generativo es, de hecho, tan nuevo que aún necesita demostrar su valía en muchos aspectos, especialmente para los fabricantes que quieren ver resultados de primera mano en lugar de escuchar grandes promesas.
Madura comenta que, al principio, no creía que el diseño generativo fuera adecuado para SRAM. “A decir verdad, estaba produciendo un montón de cosas que no parecía que pudiéramos vender. Tenía una apariencia muy esquelética”.
Lo generativo puede ser, en cierto modo, su “caballo de Troya”. Aunque algunos productos y piezas de diseño generativo tienen un aspecto peculiar (es conocido por sus geometrías de aspecto alienígena, orgánico y reticular), ese es solo uno de los rostros públicos de la tecnología, su marca más reconocible, si se quiere. Pero también se puede guiar el diseño generativo para crear estructuras con apariencias mucho más tradicionales, dependiendo de la estética que los diseñadores pretendan conseguir, así como de los materiales y los métodos de fabricación previstos.
El verdadero cambio se producirá cuando los diseñadores industriales se sientan inspirados para enfocar su trabajo de nuevas maneras. “Si tengo en las manos una costosa pieza impresa en 3D, no quiere decir necesariamente que vaya a ser un producto final”, comenta King. “Se trata de lo que vamos a aprender y de lo que podemos aplicar teniendo en cuenta las limitaciones de costo, peso, estilo y aspecto para crear un producto que anime al consumidor a salir a montar en bicicleta”.
Para SRAM, el proyecto de la biela nunca estuvo pensado para producir una nueva pieza en serie. Aun así, es un componente fundamental para mover una bicicleta y representaba el campo de pruebas ideal para ver lo que el diseño generativo podía hacer por otras piezas. Fiel a la cultura de SRAM, nunca se trató de bielas, sino de un diseño innovador.