5 tendencias digitales que definirán el futuro de la fabricación
- Aun con la Industria 4.0 en pleno avance, ya se vislumbra la próxima revolución industrial.
- Las personas y las máquinas trabajarán de forma más integrada, y estas últimas podrán automatizarse de forma adaptativa.
- El resultado será una fabricación más rápida y resiliente, una nueva era de personalización “instantánea” en masa.
La fabricación está por todas partes, pero a veces no es fácil de encontrar. El sector ha perfeccionado tanto el proceso de llevar los productos desde la planta de producción hasta el armario de la cocina que lo ha vuelto casi invisible. Aparte de los grandes camiones de transporte que nos adelantan en la autopista de vez en cuando, es como si los productos los estuviera guiando una mano invisible.
Esta situación es señal de la influencia en alza de la Industria 4.0 y de las posibilidades digitales que la apuntalan. Pero la evolución tecnológica de la fabricación no está completada del todo.
Tal vez recordemos el pánico tras las compras masivas de jabón y papel higiénico con la llegada de la pandemia: un claro recordatorio de que este inmenso sector del que todo el mundo tanto depende no está libre de trastornos y disrupciones. Con su adaptabilidad a prueba, su rendimiento como sector resultó ser menos seguro de lo que quizá se esperaba.
Huelga decir que la era de los confinamientos ha revelado numerosos ejemplos de éxito, y ha demostrado el poder de las plataformas y la colaboración remota. Sin embargo, también ha dejado al descubierto algunos de los problemas a mayor escala que aún tienen la capacidad de desbaratar todos los planes. La agilidad y la capacidad de reacción, las cadenas logísticas y la resiliencia de las operaciones están siendo puestas a prueba por la exigencia de una mayor sostenibilidad, unos consumidores más conscientes de sus derechos, la creciente inestabilidad política, una avalancha de datos y un mundo hiperconectado.
¿No se suponía que la Industria 4.0 iba a encargarse de esto?
La cuarta revolución industrial —la Industria 4.0— lleva entre nosotros gran parte de la última década. El poder de la automatización inteligente y fundada en datos ha transformado la fabricación al igual que el resto de los principales sectores industriales, pero esto no ha hecho más que empezar.
Hasta ahora, las tecnologías, plataformas y competencias necesarias para implementar y aprovechar elementos de la Industria 4.0 solo han estado al alcance de corporaciones con unas dimensiones y huellas globales lo bastante grandes para absorber los costos de la experimentación.
Estas tecnologías necesitan estar disponibles para fabricantes de todos los tamaños y capacidades presupuestarias. Pero mientras el mundo espera a que eso suceda, la integración de inteligencia artificial (IA), IoT, análisis de datos, robótica e impresión 3D está generando posibilidades que indican que una nueva revolución industrial está a la vuelta de la esquina.
Llamémosla “Industria 5.0”. Se trata de la nueva fase de la transformación digital, donde las plataformas y los activos digitales que se están creando actualmente podrán “hablarse” mientras los humanos y los ordenadores colaboran de formas más armoniosas. Eso sí: si el sector manufacturero pretende seguir salir adelante, tendrá que evolucionar y mejorar. A continuación, cinco claves de desarrollo que nos transportarán al futuro en los próximos seis o 10 años.
1. El diseño y la simulación serán parte de todo el ciclo de vida del producto
Con todos los datos capturados en las fases de concepto, creación, venta e incluso posible devolución o desecho de un producto, empezarán a surgir bucles de información centralizados entre fases de fabricación. Los gemelos digitales son un resultado de este proceso; los sistemas basados en modelos, otro. Cuando se combinan, tienen el potencial de comprender un sistema en el que cada fase de producción está conectada con todas las demás, que mejorarán y aprenderán a medida que compartan información entre ellas.
Actualmente, cuando se fabrica una pieza, el diseño y la ingeniería se centran, naturalmente, solo en dicha pieza. Pero en un sistema mecánico, todas las piezas están conectadas con otras. Ya se trate del componente de un motor o del engranaje del interior de una turbina eólica, cada pieza no es más que la parte de un todo, de un producto final.
Las personas necesitan herramientas que puedan reconocer el momento en el que cambia el diseño de una pieza y calcular cómo esto puede alterar la forma de las otras, además del impacto que el cambio tendrá en la estructura general.
En la Industria 5.0, veremos sistemas que tienen en cuenta esas interdependencias y permiten la optimización a nivel sistémico. En estos momentos, los flujos de trabajo en la optimización automatizada ocurren únicamente a nivel de componentes, mientras que los sistemas se configuran mayoritariamente de forma manual. La conexión en tiempo real de grupos heterogéneos de datos puede automatizar la optimización de sistemas grandes y complejos. Esto puede acelerar significativamente el proceso de desarrollo de un producto.
2. Surgirá un nuevo internet de gemelos digitales conectados
A medida que la convergencia tecnológica predomine cada vez más, será esencial contar con comunicaciones y compatibilidad multiplataforma. Con la llegada del 5G, va tomando forma la arquitectura técnica de esa hiperconectividad. Estos avances nos llevarán a un mundo en el que será posible una interacción aún mayor entre sistemas, personas y dispositivos.
Pensemos, por ejemplo, en la rápida adopción de la tecnología de gemelos digitales durante la pandemia. En la próxima década, podríamos ver el desarrollo de gemelos digitales que puedan cooperar e interactuar entre ellos en diferentes contextos; una red o ecosistema que se convierta en una especie de web global paralela.
Con el establecimiento paulatino de ciudades inteligentes y sistemas de transporte automatizados, se está capturando una cantidad de datos inmensamente rica en variedad. Dejarla aislada no hará más que reducir su valor; hay que compartirla. Pero proteger la propiedad intelectual será aún más importante en ese contexto, así que la tecnología blockchain, entre otras, jugarán sin lugar a dudas un papel fundamental en la protección de cualquier tipo de dato que se comparta entre gemelos digitales.
3. La inteligencia aumentada transformará a las máquinas en compañeras de trabajo
La Industria 5.0 abrirá paso a una nueva era de colaboración entre humanos y ordenadores. La rápida adopción de tecnologías digitales ha generado todo tipo de especulaciones en torno a la sustitución de humanos por máquinas. Pero lo que está ocurriendo en realidad es que estas últimas están aprendiendo a colaborar con las personas a un nivel completamente inaudito. Estamos asistiendo al auge de la inteligencia aumentada, donde la capacidad cognitiva de las máquinas ayuda a los humanos a tomar decisiones con mayor rapidez.
Por poner un ejemplo: Decathlon, la cadena europea de establecimientos de material deportivo, ya se está sirviendo de IA para diseñar y fabricar sus bicicletas de alto rendimiento de forma más eficiente, haciéndolas más ligeras, duraderas y veloces al mismo tiempo que reducen drásticamente las emisiones en la fase de diseño.
Con unas máquinas cada vez más inteligentes y conectadas en el entorno de trabajo, la Industria 5.0 fomentará una mayor colaboración en las operaciones, la automatización de tareas y los procesos que en estos momentos son demasiado complejos para que el software se encargue de ellos sin ayuda.
4. La fabricación como servicio pasará de ser una idea a una realidad
Con unas cadenas logísticas cada vez más diversificadas y conectadas a través de redes digitales, se activará un nuevo tipo de democratización. Los consumidores se convertirán en la práctica en integradores de sistemas, tejiendo de forma colaborativa complejos procesos de fabricación y fijando sus propias configuraciones a golpe de clic.
Teniendo en cuenta lo que ya está disponible en el comercio digital, no es difícil imaginar una plataforma en la que, cuando necesitemos un nuevo aparato de cocina, podamos simplemente identificarnos y seleccionar los colores, componentes, materiales, dimensiones y funciones que buscamos.
Cuando las posibilidades tecnológicas de la Industria 5.0 sean una realidad, algo así será tan fácil como casi instantáneo. Enviaremos nuestros encargos directamente a una máquina, que fabricará a toda velocidad al mismo tiempo que activará una orden de entrega para el día siguiente ―o quizá incluso para el mismo día―.
5. Con la personalización en masa, los productos “instantáneos y a medida” serán la norma
Habrá una demanda de productos en plazos más reducidos y más requisitos de personalización que nunca. Ya existen los sistemas y la maquinaria que permiten el envío rápido de productos. Amazon, por ejemplo, está trabajando en un sistema que ofrezca algunos productos construidos por encargo en 24 horas. En los próximos años, el sistema se expandirá a otros vendedores y categorías; algo con enormes consecuencias para el mundo de la fabricación y de la venta minorista.
La idea misma de qué son los productos y la mercancía podría dejar de existir como tal. El día que sea posible configurarlo todo en internet y fabricarlo por encargo, ya no harán falta espacios de ventas.
Terminar el trabajo del 4.0
No obstante, antes de que cualquiera de estas tendencias pueda avanzar, ha de hacerse realidad la promesa de la Industria 4.0, que de momento sigue siendo el terreno de juego de los principales fabricantes. Aún queda para que el nivel promedio del sector manufacturero —hoy por hoy, el grupo de mayor tamaño— aproveche todas las ventajas de la llegada de lo digital.
Ya hay experimentos en marcha para responder a esa carencia y respaldar la transformación del equipo industrial actual en aparatos cuasidigitales capaces de compartir datos y seguir instrucciones automatizadas.
Mientras tanto, las empresas tecnológicas están refinando su oferta para pequeñas y medianas empresas, además de reducir la escala tanto de sus soluciones como de sus modelos de ingresos para adaptarse a los presupuestos de fabricantes de menor tamaño. La democratización de la fabricación digital ya está en proceso; simplemente necesita ir más rápido y expandirse mediante la incorporación de datos generados en fases anteriores y posteriores del proceso, desde el diseño hasta su utilización, para así facilitar bucles de información que permitan una verdadera evolución de los productos. Hay sin duda muchos obstáculos que superar antes de que pueda comenzar la próxima revolución industrial, pero ya ha llegado el momento de anticiparse y prepararse para la Industria 5.0.