El Dr. Lee enmarca los beneficios de la IA como las “tres W” en inglés: reducción del trabajo (work reduction), reducción de los deshechos (waste reduction) y reducción de las preocupaciones (worry reduction). “Desconocemos muchas cosas”, indica. “Por ejemplo hay quienes caminan por la fábrica, tratando de revisarlo todo. ¿Por qué? Porque se preocupan, aunque nunca se descomponga la maquinaria”. La IA ayuda a calmar esos miedos permitiendo una mayor visibilidad. “Si en una comunidad, todos cuentan con cámaras de vigilancia, nadie se preocupa. Tienen aplicaciones para ver sus casas. Oh ¿Quién es esa persona? Ah, es un mensajero con un paquete de Amazon”. Conforme la IA demuestre lo que puede hacer y la gente entienda mejor cómo funciona, empezaran a incorporarla en sus operaciones.
En la medida en que las fábricas conectadas a la nube se conviertan en la norma, la IA podrá volverse más potente, recopilando sus propios datos en tiempo real y generando conclusiones rápidamente. Pero hasta que eso ocurra, los fabricantes estarán atrapados en la toma de decisiones.
“En la actualidad, a veces nos vemos obligados a hacer sacrificios en diseño que preferiríamos no tener que hacer,” indica el Dr. Shuldiner. “Se puede diseñar algo rápidamente o se puede diseñar para que sea fácil de fabricar o diseñar para que cumpla algún objetivo de sostenibilidad como su capacidad de reciclaje. Pero en muchos casos no se puede hacer todo esto a la vez. Por lo tanto, si se quiere añadir al diseño la capacidad de ser reciclable, hay que dedicarle mucho más tiempo al diseño y tal vez la fabricación del diseño final sea más cara. La IA nos llevará a un punto en que muchos de estos sacrificios desaparezcan. Será posible diseñar rápida y eficientemente y conseguir a la vez múltiples objetivos de diseño complejos”.
El Dr. Lee señala que algunos actores atípicos de la industria que adoptaron tecnologías avanzadas de manera temprana, como Toyota y General Motors, son empresas que siguen innovando, usando computación en la nube e IA para construir vehículos mejores, ligeros y más eficientes. Pero a menudo, manejar más operaciones con IA es un proceso gradual para los fabricantes. “Nuestra industria tradicional, necesitará mejoras continuas”, dice Lee. “No se trata de conseguir el éxito de la noche a la mañana. Hay que hacer cosas pequeñas, hacer que sucedan. Wow. Ahora entiendo. Qué bien. Pasemos a lo siguiente”.
Un 68 % (PDF, p.6) de los fabricantes tienen por lo menos un caso de uso o proceso impulsado por la IA, y esos pequeños pasos demostrarán el valor de la IA y fomentarán la confianza. “La prioridad es ser consciente de los beneficios de la IA”, explica Lee. “La gente teme a la amenazas o cosas negativas de la IA. Pero no deberían dejar de avanzar por preocuparse demasiado”.