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El internet de las cosas aumentará la seguridad y la eficiencia de las obras en construcción

El mundo de la construcción, uno de los últimos sectores en dar el salto a lo digital, aún tiene mucho que beneficiarse de las nuevas tecnologías. Allison Scott, directora de marketing integrado en la construcción en Autodesk, nos explica por qué las aplicaciones del internet de las cosas tienen un futuro tan brillante en este campo. Estas prometen beneficios que van desde una seguridad mejorada hasta una mayor visibilidad.

[Transcripción de vídeo]

Allison Scott, directora de marketing integrado en la construcción, Autodesk: En este sector no hay nada como caminar por la calle y ver un edificio en cuya creación participaste.

Me llamo Allison Scott. Soy directora de marketing integrado en la construcción en Autodesk. Apoyo la estrategia empresarial y ayudo al equipo de marketing a investigar el impacto de la tecnología en el trabajo de nuestros clientes.

Recuerdo estar con mi padre construyendo una plataforma. Mientras él trabajaba, terminé construyéndome mi propia torre con unos maderos. Armé un desastre. Pero me encantaba montar cosas.

Siempre me apasionó la tecnología. Desde niña ha formado parte de mí. La llegada de la tecnología a la arquitectura y al diseño, y, por tanto, a la construcción, me atrajo de forma natural.

El IoT o internet de las cosas engloba una gran variedad de aparatos inteligentes conectados a la web, que detectan presiones ambientales, temperaturas e incluso cambios biométricos en nuestro cuerpo. Los sensores se conectan a internet. Pueden capturar muchos tipos de datos, comunicarse entre ellos y ayudarnos a dar el siguiente paso. Igual que un reloj inteligente detecta tus actividades y te aconseja pasear, meditar o beber, en obra el IoT se anticipa al riesgo, como la mala calidad del aire o un trabajador que se acerca demasiado a un elemento peligroso. Puede mejorar la seguridad.

Otra mejora sería usar la detección de presencia para localizar a los obreros, los materiales o el equipamiento, y que todos sean más conscientes de lo que pasa a su alrededor. Un obrero caminando por la obra podría recibir alertas del paso de maquinaria o un camión, y así ajustaría sus movimientos. Sería muy útil para identificar qué itinerarios son más seguros. También para que el encargado o el director de seguridad supervisen la obra un día concreto.

En obra, el IoT es imparable. Hay más interés por aplicar datos, pero no son suficientes: necesitamos información procesable. Para ello, nos hacen falta más sensores en la obra, incorporados a los materiales, o herramientas inteligentes que digan si funciona bien una fresa. Pueden incrustarse sensores en el proceso de vertido del hormigón para predecir un mejor curado y secado, y así reducir los tiempos.

Piense en los problemas que trata de resolver cada día en la obra. ¿Le ayudaría controlar mejor el trabajo y la actividad de los obreros? Todo esto requiere aún mucho tiempo y energía de la experiencia humana para comprender, recorrer la obra y traducir. Y puede simplificarse. Los datos pueden ayudarnos a reducir el tiempo y los inconvenientes.

El IoT del futuro también se usará en el mantenimiento del edificio, para informar sobre su endimiento. Será muy útil para mejorar la seguridad, calidad, eficiencia, productividad y sostenibilidad en la construcción.