La inteligencia artificial desempeña un papel fundamental en la transformación digital de la fabricación al automatizar, aumentar y analizar los aspectos del proceso de producción. La IA en la fabricación aumenta la eficacia, mejora la calidad de los productos y mantiene la competitividad. Por ejemplo, la IA puede automatizar las tareas de fabricación asistida por ordenador (CAM), lo que reduce los errores y acelera los tiempos de producción. La IA también puede emplearse en el sector de la automoción para automatizar aspectos como la optimización de la aerodinámica y la integridad estructural de los vehículos, al tiempo que se mantienen los requisitos estéticos y funcionales. La IA elimina tareas tediosas que requieren mucho tiempo y esfuerzo humano.
La IA deja más tiempo a los ingenieros y a los diseñadores para que se concentren en la innovación y así acelerar el lanzamiento de nuevos productos. Agiliza las operaciones y ofrece una visión más profunda de los procesos de producción. Al adoptar la IA, los fabricantes pueden transformar digitalmente sus operaciones, mejorar su capacidad para predecir las tendencias futuras y adaptarse a la evolución de las demandas del mercado, asegurándose así una importante ventaja competitiva.