Para los operadores de maquinaria, la AR puede superponer un gemelo digital (inglés) cargado con datos sobre cualquier equipo de la fábrica para acceder a instrucciones operativas, datos de mantenimiento predictivo e información de reparaciones para conservar la fluidez de la producción, o incluso para que un consultor experto proporcione asesoramiento de forma remota.
Esta misma capacidad ayuda a las empresas a diseñar y planificar el ensamblaje de un producto en las primeras fases del proceso con la ayuda de AR, y puede garantizar la accesibilidad, la seguridad y la salud ergonómica de los empleados.
La AR también hace que la formación de los nuevos empleados y el perfeccionamiento de los trabajadores en las máquinas y los procesos de la fábrica favorezcan las operaciones ininterrumpidas. La formación en fabricación mediante la realidad aumentada enseña a la gente de forma virtual, lo que reduce el riesgo y aumenta la seguridad. La formación puede realizarse a petición para adaptarse a los calendarios de los empleados, ya sea mediante la transmisión de contenido de aprendizaje creado previamente desde la nube o mediante profesores remotos y en directo.
En una operación de fabricación totalmente inteligente, a los productos se les incorporan sensores de IIoT que pueden enviar datos relacionados con las piezas del producto. El personal de control de calidad puede utilizar AR para inspeccionar los productos y detectar cualquier problema relacionado con los datos del producto. Además, en un almacén preparado para AR, el software de realidad aumentada proporciona a los trabajadores información de actualización de pedidos, escanea automáticamente códigos de barras y actualiza datos de inventario.