El diseño generativo utiliza software para crear múltiples soluciones de diseño basadas en datos y limitaciones específicos. Hay quienes consideran que este es el futuro de los sectores del diseño y la construcción. Sin embargo, Espinal entiende que algunos arquitectos e ingenieros se resistan al cambio y teman que el diseño generativo signifique que los robots pronto les quitarán su trabajo.
La verdad es que el diseño generativo puede mejorar la eficiencia y es una manera para que los diseñadores aporten valor a su proyecto. “Está en nuestro interés ser partícipes a la hora de determinar qué va a vincularse con el diseño generativo, qué va a automatizarse y qué no”, explica Espinal. “Por ejemplo, si necesitamos calcular las plazas de estacionamiento de una obra. ¿Realmente necesitamos a un diseñador especializado? No. La computadora debería hacerlo mediante un algoritmo. Puede clasificar información, fórmulas, objetivos y limitaciones, y puede generar una multitud de opciones a las que dar una puntuación. Le enseñaremos hasta que consiga una serie de soluciones óptimas, que podremos seleccionar”.
El diseño generativo puede ser tanto táctico como práctico, con el potencial de modular la construcción a gran escala, un enfoque que se está volviendo esencial, ya que se pronostica que la población mundial se acercará a los 10 000 millones de habitantes en 2050. “A menudo, pensamos que mediante el diseño generativo se confía todo el proceso creativo a una computadora que analiza opciones y elabora formas complicadas. Pero debemos darnos cuenta de que, independientemente de la complejidad del diseño, su potencial es enorme: al permitir la producción en masa, se reducen los costos, se facilita la prefabricación…”.
Espinal indica que los diseñadores siguen llevando las riendas: “Volvamos a pensar en nuestro papel de arquitectos y cómo en muchos casos se trata de gestionar las expectativas del cliente, algo que nunca vamos a dejar en manos de una computadora”.