Nadie esperaría encontrar soluciones realistas al cambio climático en una central eléctrica de carbón de Wyoming, Estados Unidos, pero es precisamente ahí donde se han reunido algunas de las mentes más brillantes de un sector en auge: el aprovechamiento del carbono. Investigan nuevas técnicas de captura de emisiones industriales de CO2 para transformarlas en combustibles alternativos, hormigones mejorados, fibras de carbono y otros materiales muy apreciados, lo que reduciría su acumulación en la atmósfera.
Tras varias fases de competición, 10 finalistas aspiran a uno de los dos premios de 7,5 millones de dólares del NRG COSIA Carbon XPRIZE. Estos equipos tienen que materializar sus ideas para transformar la mayor cantidad posible de CO2 y apuestan a que sus sistemas pueden reducir notablemente la huella de carbono de las centrales eléctricas emisoras de este gas utilizándolo junto con otros subproductos químicos para obtener productos comerciales.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha informado que, para mantener la temperatura del planeta en un rango compatible con la vida, la reducción de las emisiones de carbono del sector industrial es un factor clave en la estrategia global de reducción de las emisiones de CO2. La simple adopción de fuentes de energía renovables no significa necesariamente “cero emisiones” y, por otra parte, mientras se perfeccionan las renovables seguimos teniendo el mismo problema.
Mohammed Imbabi es profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Aberdeen y forma parte del equipo británico CCM, finalista en la competición: “La gente está muy confundida. Todo el mundo está obsesionado con las energías renovables y confía en que la naturaleza se encargará de reconducir la situación, pero estas necesitan dispositivos artificiales cuya huella de carbono es enorme. Vamos todos de cabeza hacia algo que sigue contaminando el medio ambiente”.
Algo similar opina el fundador y director general de CO2Concrete , Gaurav N. Sant, quien además lidera el equipo Carbon Upcycling UCLA , compuesto por investigadores de la universidad y profesionales del sector energético: “En estas industrias, las instalaciones (carbón, gas natural, petroquímicos e incluso centrales hormigoneras), tienen alta dependencia del carbono. Por otra parte, gracias a estas centrales obtenemos productos básicos para nuestra calidad de vida. No podemos prescindir de ellas. Lo que sí podemos es reducir sus emisiones a la atmósfera mediante nuevos procesos que aprovechen ese CO2 residual”.
Uno de esos nuevos procesos tiene que ver con el cemento, un ingrediente fundamental para la resistencia del hormigón que se ha convertido en el principal objeto de estudio del equipo de Sant. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, la producción de cemento representa aproximadamente 7 % de los 37 100 millones de toneladas de emisiones de carbono en todo el mundo durante 2018. En el sector industrial, solo la fabricación de hierro y acero supera este porcentaje.